Banfield puso las cosas en su lugar y ganó el clásico en cancha de Lanús por 1 a 0 con un tanto convertido por Mauricio Cuero sobre la finalización del primer tiempo. Fue un partido intenso, luchado, en donde los jugadores dirigidos por Claudio Vivas dejaron el alma en cada pelota, luchando hasta el último minuto para lograr la tan ansiada victoria. El encuentro se disputó por la 24° fecha del campeonato.
Lanús arrancó con todo y quiso sobreponerse a Banfield desde que Delfino marcó el inicio del partido, el local puso la pelota al piso e intentó desnivelar por los laterales. Mientras tanto Banfield estaba impreciso y parecía no encontrar el camino, fue asi que se sucedieron las primeras aproximaciones sobre el arco de Bologna, que tuvo bastante trabajo en los primeros 45 minutos. El 1 del Taladro fue amonestado por juego brusco en una jugada que hubiera sido penal para Lanús si es que el jugador del grana no se encontrara en posición adelantada. Fue un momento crítico, a más de un hincha de Banfied se le paralizó el corazón.
De a poco el ritmo de Lanús fue cayendo y Banfield comenzó a hacer su juego, tranquilo, haciendo rodar la pelota hacia sus extremos e intentando generar peligro desde alli. Claudio Vivas invirtió posiciones y cambió de banda a Cuero y Castillón, hasta el momento ninguno estaba realizando un buen partido, pero a partir de entonces ambos comenzaron a crecer, sobre todo Cuero, que encontró por izquierda su mejor posición.
Cuando estaba por terminar la primera mitad el colombiano anotó un golazo enganchando ante la salida de su marca y rematando al ángulo lejano del arquero. Golazooo!! Con el 1 a 0 Banfield tomó confianza y se fue al descanso ganando.
En el complemento el Taladro fue distinto, mientras Lanús se ahogaba solo y no encontraba el rumbo, Banfield tomó las riendas del juego, no sufrió tanto y pudo haber aumentado el marcador en más de una oportunidad. Con el ingreso de Cazares Banfield encontró la manera de complicar al grana, que no sólo no encontraba el rumbo, sino que ahora también sufría por demás las contras hilvanadas por Cazares.
A minutos del final Lanús pudo haber igualado, pero su arquero se convirtió en figura al tapar varios remates de Juanito increíbles. El clásico terminó con Banfield teniendo el balón en su poder, seguro y atacando, mientras Lanús se esfumaba en su impotencia y resignación. En los últimos instantes sufrió la expulsión de un defensor.
Fue notorio ver el despliegue de Banfield, mordió en toda la cancha, corrió y metió durante todo el partido, Simeone, Cuero y Castillón colaboraron permanentemente en la marca realizando un gran esfuerzo. Domingo y Rossi fueron gladiadores del mediocampo, mientras que la última línea se desenvolvió con firmeza, aun en lo peores momentos. Por otra parte Bologna y Erviti son estandartes, ambos supieron por experiencia cómo jugar este tipo de encuentros.
Asi se ganan los clásicos, con garra e inteligencia, sacrificio y pasión, con juego, y sobre todo muchos huevos.
¡A festejar!
