Luego de los escraches y las amenazas, renunciaron todos: Omar Pasty Lauría (vocal titular), Federico Camporeale (vocal suplente), Hugo Martino (protesorero), Leandro Martino (vocal titular), Marisa Lesci (revisora de cuentas), Pablo Vega (revisor de cuentas) y Alejandro Ferraro (vocal suplente) son los nombres de los directivos que dejaron ayer sus respectivos puestos. Así, 12 miembros de la lista Banfield para Todos se fueron en menos de una semana. El primero en renunciar fue Carlos Portell, junto a su hijo Pablo Portell, Pablo Viggiano y Rafael Soler, mientras que el jueves dejó su lugar Marcos Acuña (vicepresidente).

Un tribunal arbitral, compuesto por integrantes de las agrupaciones, negocia cómo enderezar el rumbo e iniciar un proceso eleccionario. Esto no es nada sencillo, puesto que no hay tiempo para realizar una elección bajo parámetros normales, Banfield está acéfalo y necesita rearmar el plantel en lo inmediato para afrontar la B Nacional, categoría que no pisa desde hace más de 10 años.

La principal idea es hacer las elecciones el 15 de julio, con un plazo de 9 días para presentar las listas, pero no se ponen de acuerdo sobre qué padrón utilizar para el escrutiño, si hacerlo con el escandaloso del 2011, o con el del 2012, o con el actual. Además no se sabe si es posible organizar una la elección en tan poco tiempo.

En las reuniones, que se llevaron a cabo en la sede social, todos quieren ser protagonistas y la realidad indica que no hay tiempo para cuestiones personales, si continúan luchando, Banfield continuará hundiéndose, nadie cede, continúan arraigadas las mismas disputas que hicieron posible que Banfield este como está. No tienen freno, si siguen así no vamos a tener reacción para afrontar lo que viene, que no es joda.

Para finalizar, según lo que pudimos averiguar, Baud aparece en escena para encabezar a varios sectores del club, mientras que por otra parte los integrantes del tribunal van a conformar una Comisión de Fútbol mientras que otros se encargarán de la administración.

Banfield dejó la categoría sin pelearla, cayó en el primer tiempo ante Colón por 3 a 0 sin oponer resistencia alguna. Cuando San Lorenzo le dio vuelta el partido a los sanjuaninos se acabo la historia, una historia de terror que quedará en nuestra memoria por siempre, para el resto de nuestros días.

Si nos remitimos a lo que Banfield realizó en esta temporada, no podemos dejar de salir de nuestro asombro, nos cuesta creer que arrancamos quintos en la tabla de promedios, con nuestra mejor campaña en primera en el haber, y que terminamos dejando la categoría en una caída libre sin precedentes, perdiendo con casi todos, sin siquiera tener vergüenza deportiva.

Muchas cosas pasaron durante las tres temporadas que se promedian para llegar a la B, en un pequeño resumen, arrancamos nuestro recuerdo desde el punto máximo cuando fuimos campeones, pasando luego por las copas, por el alejamiento de Falcioni, la llegada de Méndez y el posterior arribo de La Volpe y su polémica salida. No nos podemos olvidar tampoco de Jorge Da Silva y su huída, como no podemos dejar de lado a Eduardo Acevedo, junto a su increíble optimismo, que nada pudo hacer. Pasamos de James Rodríguez a Eluchans, de Papelito a Achucarro...

Desde lo institucional, no nos podemos olvidar del terrible proceso eleccionario que puso a Banfield en un extremo de irregularidad inédito, resolviendo sus cuestiones más preciadas en juzgados. Nuestro taladro se transformó en un todo vale que concluyó en esta realidad, la bolsa de gatos se agrandó y terminó por explotar.

Hoy Banfield no tiene nada claro, ni su conducción ni cómo será su futuro en la B Nacional. Aun no caemos, no entendemos, no comprendemos cómo se llegó a esto.

Aun sin entender, nos damos cuenta de que no nos costó nada caer desde la cima hasta el descenso en sólo 2 años y medio, parece que se hubiera hecho todo lo posible para que Banfield ocupe nuevamente una plaza en la B Nacional.

Como es costumbre la gente del taladro alienta hasta en los peores casos y acompaña masivamente, en está definición para el infarto, tenemos que hacernos de todos los medios para lograr un triunfo, las autoridades del Club, deben generar el llenó total del estadio.

Imagino a unos cuantos pensando, "encima tengo que pagar para ver a estos muertos", y si, es un pensamiento aceptable, pero ahí es donde el Club debe trabajar en los costos para que el público reviente el Lencho, como siempre, pero en este caso, bancando a un plantel que nos ha dado muy poco, es más, nos ha brindado nuestra peor campaña en primera división. (La peor había sido en el campeonato 96/97, en la que sumamos 29 puntos). Si bien ante Boca se bajaron los costos, es necesario más, no debe quedar hueco sin llenar.

El domingo no tienen que importar los nombres, ni el de los dirigentes que deben ocupar su lugar en el palco, ni el de los jugadores que ingresen, como tampoco la recaudación, el Lencho debe estar repleto y ser una caldera, radio en mano hay que alentar y esperar, Banfield es por demás lo más importante y debe quedarse en primera.

Después vendrá lo que tenga que venir, un nuevo modelo de Club debe surgir, pero ese, por ahora, es otro tema.