Aquel ascenso inolvidable
Sin duda un recuerdo que aún hoy día sigue llenando mi corazón
Fue ayer, cuando desayunamos en parada 23, una agradable confitería en la playa de Santa Teresita, vecina al camping el carmen. Fue ayer cuando esa soleada mañana de enero de 2001 veíamos por las ventanas hacia el mar, como los turistas disfrutaban de sus merecidas vacaciones. Fue ayer, cuando nos preguntábamos que hacer mientras las cucharas revolvían el humeante café y nos mirábamos entre los cuatro sin solución alguna.
Sentados en una pequeña mesa de algarrobo, en posición de partido de truco veía las caras de preocupación de Carlos Portell, Raúl Baud y de mi amigo "Lalo" Herrera, suponiendo que mi rostro expresaría los mismos sentimientos que los de ellos. Las medialunas ni se tocaron, raro teniendo en cuenta la buena pastelería de "Parada 23" y que el viento de la costa despierta el apetito. Pero en el ambiente se percibía, un clima bastante espeso. La casa aún no estaba en orden. Habíamos dado los primeros pasos para normalizar la situación económica en el club, pero la realidad decía que no teníamos un mango partido al medio y los jugadores esperaban la llegada de los dirigentes con la gran ilusión de cobrar algo de la deuda que manteníamos.