A pesar de que Cristian Lucchetti es consciente de eso, no piensa regalar puntos: "Por supuesto que eso lo sabemos, pero tenemos que pensar en nosotros, en terminar lo más arriba posible. Saldrá campeón el mejor". Además, conseguir los tres puntos sería para Banfield una buena manera de escaparle a la Promoción, de la que aún no logran despegarse. "Mientras existan posibilidades matemáticas de poder jugarla, la miramos de reojo. Tal vez estamos un poco lejos ahora, pero tenemos que tratar de salir definitivamente", dijo. Con respecto al partido del viernes, el Laucha está confiado: "Ellos juegan bien y están fuertes anímicamente, pero en el torneo ningún equipo fue superior a nosotros". En definitiva, Banfield parece recuperado de la derrota ante Lanús y Lucchetti atribuye parte de eso al apoyo de la gente: "La despedida cuando terminó el partido fue un incentivo muy grande".
Banfield perdió el clásico por 1 tanto contra 0 y por las irregularidades de Maglio y Pezzota. Los dos árbitros perjudicaron al taladro y desde la semana pasada que en el Club, el arbitraje es un tema central de toda discusión. El martes se frustró la iniciativa de los socios auto convocados para reclamar en AFA y el miércoles en comisión directiva se habló acerca de pedir y reclamar en la Asociación la recusación de Maglio y manejar un poco más la cuestión de "tener más peso en AFA", pero Pezzota no fue menos y también trajo polémica a la vida de Banfield.
No hay que quitar culpas a Bustos, que reclamaba con razón, pero con su "enojo" nos dejó con uno menos en el momento clave del partido. Banfield fue un equipo que estaba bien parado, que lo presionaba al grana y parecía estar un poco mejor, y fue otro al estar en desventaja y sin Bustos, desde ahí que el partido tomo un rumbo al que no se le encontró la vuelta.
La figura del taladro: Sebastián Fernández, las peleó todas y armó el poco juego asociado en ataque que produjo Banfield.
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