El uruguayo continuará trabajando en el mejor armado, pero la situación se complica semana tras semana. Desde que dirige al taladro intentó levantar en lo anímico y proponer la levantada desde la mejor onda, pero le anotaron 9 goles en 3 partidos y nunca pudo gritar con la albiverde.
Las cosas no salen, el equipo funciona de a ratitos pero la autoestima está por el piso. ¿Ayer se toco fondo?.
Esperemos que el Polilla se sienta acompañado para ponerle el pecho a desfavorable situación.