Nico Domingo: equilibrio, mando, ganas, voluntad y juego

Nicolás Domingo es una pieza más que fundamental en la estructura de Banfield, si uno se detiene a ver su juego en forma detallada, no deja de sorprenderse con su despliegue, su entrega, su voz de mando y su inteligencia para poner orden y fútbol al mediocampo de Banfield.

A Nicolás se lo puede observar en muchos sectores de la cancha, por momentos es la salida clara y prolija tomando la pelota pegado a los centrales, en otros es parte del proceso de generación y distribución del juego en el mediocampo . Cuando Banfield pierde el balón presiona y se sacrifica en la recuperación, tarea que no es de sorprender por su posición, pero que en muchísimas oportunidades requiere de un esfuerzo extra, con Tagliafico y Yery sumados en ofensiva, Domingo se despliega hacia a los costados y solo, sin un auxilio determinado, tiene que lograr controlar la situación. Por otra parte a la hora de defender esperando al rival, se posiciona como un central más, se lo puede ver cerrando muchas opciones de gol en el arco de Bologna.

Domingo es el equilibrio en un equipo que se vuelca al ataque con un enganche, con tres puntas, con dos carrileros que desbordan, con Toledo (que es lateral y stopper a la vez), y con dos centrales que a veces quedan mano a mano con los delanteros rivales, Nico, siendo el único volante central del equipo, acompaña a unos y otros, es nexo entre líneas y la voz de mando, ordena a sus compañeros y dirige posicionamientos.

Por si fuera poco, cuando Banfield presiona a los rivales en el momento en el que intentan generar juego, Domingo acude a atorar y roba pelotas claves, junto a los puntas del taladro, que son los primeros en defender recuperando el balón, provoca errores que si se codifican bien terminan en una clara oportunidad de gol. Luego, si la pelota supera la línea media, aparece nuevamente delante de Noguera y Bianchi Arce para defender. Un despliegue descomunal, así, los 90 minutos de juego....

Cuando está lejos de la pelota se lo puede ver arengando o corrigiendo a sus compañeros, es el alma del equipo, el líder, el guapo necesario para generar confianza. En varios partidos impulsó a Banfield hacia adelante cuando las cosas no estaban bien, es el termómetro, el que marca el paso.

Un dato importante y para destacar, sólo recibió una tarjeta amarilla en lo que va del torneo, por su despliegue y su posición es algo relevante, digno de un jugador de mucha categoría.

Destacamos a Nico Domingo, pero no dejamos de lado que todos los jugadores de Banfield viven un gran momento, Yery la está rompiendo, Cazares no para de crecer, de los puntas ni hablar, son la sensación del momento; los centrales están firmes como estatuas, Toledo está en un gran nivel, Tagliafico es un motor por izquierda, los que ingresan no desentonan y Bologna está imbatible.

Gran momento del taladro, a disfrutar del patrón del mediocampo.