Tantas historias se han vivido en Peña y Arenales desde aquel 6 de octubre de 1940, en el que Banfield jugó ante Independiente un cotejo amistoso con motivo de la inauguración de su nuevo estadio, que hoy a 76 años vale recordar cuanta vida a pasado por este lugar mágico para todos nosotros.
El Florencio Sola vivía sus primeras emociones, y hoy, a los 76 años, se ha convertido en Tierra Santa para todos los banfileños.
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Han pasado muchas generaciones alentando a los colores más lindos, viendo en cada época a jugadores ilustres que vistieron la camiseta del Taladro. Miles de gritos de gol e innumerables alegrías y tristezas fueron recorriendo en el tiempo sus tribunas y su verde césped. El recordado subcampeonato en 1951, las primeras participaciones en copas internacionales y el histórico título en el Apertura 2009 fueron y serán campeonatos únicos en la tierra del buen fútbol.
Como Estadio fue uno de los primeros escenarios en poseer tribunas de cemento y en el 2006 se llevó a cabo una fabulosa reconstrucción del sector de plateas, siendo hoy una de las edificaciones más modernas del fútbol argentino.
Tantas historias se han vivido en Peña y Arenales desde aquel 6 de octubre de 1940, en el que Banfield jugó ante Independiente un cotejo amistoso con motivo de la inauguración de su nuevo estadio, que hoy a 76 años vale recordar cuanta vida a pasado por este lugar mágico para todos nosotros.
El Florencio Sola vivía sus primeras emociones, y hoy, a los 76 años, se ha convertido en Tierra Santa para todos los banfileños.
Han pasado muchas generaciones alentando a los colores más lindos, viendo en cada época a jugadores ilustres que vistieron la camiseta del Taladro. Miles de gritos de gol e innumerables alegrías y tristezas fueron recorriendo en el tiempo sus tribunas y su verde césped. El recordado subcampeonato en 1951, las primeras participaciones en copas internacionales y el histórico título en el Apertura 2009 fueron y serán campeonatos únicos en la tierra del buen fútbol.
Como Estadio fue uno de los primeros escenarios en poseer tribunas de cemento y en el 2006 se llevó a cabo una fabulosa reconstrucción del sector de plateas, siendo hoy una de las edificaciones más modernas del fútbol argentino.
Palcos con las mejores comodidades, cuatro vestuarios para los equipos, dos gimnasios de precalentamiento, dos para los árbitros, sala de antidoping, dos ascensores, confiterías, 30 cabinas para el periodismo, y una inmejorable vista, además de oficinas administrativas de primer nivel.
Con una capacidad de hasta casi 35.000 personas, el campo de juego del Sola tiene 102 metros de largo por 66 de ancho y en él han desfilado grandes jugadores que hicieron historia en el club. Su nombre se debe al gran Don Florencio "Lencho" Sola, presidente del club entre 1947 y 1954, un verdadero ejemplo de la clase dirigencial de aquella época.
En este estadio, Banfield forjó un imbatible record invicto entre 1950 y 1953, fue conocido como un estadio complicado para culquier rival, el bastión del fútbol del sur, el Taladro se cansó de apabullar rivales y taladrar sus propias redes.
Hoy luce reluciente, ultimamente ha vivido trasnformaciones estéticas de lujo y es uno de las canchas más lindas del fútbol argentino.
Feliz cumple Lencho, un gran amigo, la gran casa de la familia banfileña.