Los colores del taladro fueron imponentes a la hora de recibir al equipo, la fiesta comenzó y termino en un solo lugar: Banfield. El público alentó durante todo el partido y luego gozo a su clásico rival, que como es su costumbre faltando 10 minutos sacó las banderas y despacito... se fue observando desconsolado la gran fiesta en verde y blanco.