Esa defensa, ese sistema defensivo para ser más justos y generosos, debería jugar con una cintita roja anudada a la muñeca. Sí, es la envidia de cualquiera. Van 15 fechas de este torneo Apertura y apenas recibió siete goles. Hasta ahí, un buen dato relevante. Pero no mucho más. El tema por ampliar es diseccionar el relojito. ¿Cuándo le convierten a Banfield? ¿Cuánto? ¿A qué hora cerrás el arco, Laucha?
Números varios. Salvo en la 8ª y la 9ª fecha, al Taladro nunca le convirtieron en dos fechas consecutivas. Recibió tres goles en el primer tiempo y tres como local. Hasta acá, nada más allá de lo estadístico. Sin embargo, con el cronómetro en mano, saltan a la vista un par de detalles interesantes. Banfield aguanta el chubasco de los primeros 25 minutos y, de la misma manera, 25 minutos antes del cierre (y eso que no contamos el virtual tiempo de descuento -o recuperado, a la nueva y extraña usanza-), le mete el candado a los tres palos.
En la 4ª fecha, en el clásico ante Lanús en Arias y Guidi, el paraguayo Santiago Salcedo embocó a Lucchetti a los 26'. Después, el Verde y Blanco lo daría vuelta. Lo mismo ocurrió en el otro polo temporal: en la 6ª jornado, en Peña y Arenales contra Newell's, Sánchez Prette sorprendió al Laucha a los 65' para el triunfo parcial de la Lepra. Nadie pudo convertirle al arquero mendocino más allá de los 25 minutos del segundo tiempo. Ahí, el Taladro, ya le puso la tranca a cualquier ilusión de gol rival...
Los otros privilegiados fueron Hauche (2ª, Argentinos, 61'), la Pulga Rodríguez (8ª, Atlético Tucumán, 28'), Matellán (9ª, Arsenal, 58'), la Bruja Verón (12ª, Estudiantes, 37') y Gandín (15ª, Independiente, 48'). ¿Habrá ahora entre los ataques de Racing, Huracán, Tigre y Boca alguno que tenga la llave de la felicidad?. ¡¡¡Esperemos que no!!!
Fuente: Olé