Por otra parte los dirigentes no se hacen cargo del mal momento y nadie quiere hablar ante los micrófonos, ¿nadie hizo mal las cosas?, ¿no existen los errores para hacerse cargo?.
El momento de Banfield lleva a la reflexión de todas sus partes, quien deba dar un paso al costado que lo haga, Banfield es primero, antes de cualquier persona.
El club se fundó en 1896, no tiene dueños ni cargos eternos, hay una comisión directiva que debe tomar decisiones, que debe exigir regularidad en ciertos procesos, no pueden seguir en el silencio y sólo acompañar, cada uno es parte y tiene que hacerse cargo del lugar que ocupa.
Que renuncien los responsables y abran paso a nuevas soluciones, si continuamos así, esto no tiene otro destino que la B Nacional.