El público del taladro alentó durante toda el partido, con cargadas para su rival y mucho colorido le puso ánimo a la noche fría y oscura de Avellaneda. El encuantro intrascendente fue para calentar las gargantas, se vivió como una fiesta y ahora sólo resta el inicio. Ante Olimpo el "Lencho" será una caldera, se viene... ya falta menos.