Conoce a Favio Segovia, central de la Reserva Campeona
Además, las condiciones climáticas obligaron a suspender el enfrentamiento ante Olimpo de Bahía Blanca, que se iba a disputar el miércoles.
En la pretemporada en Mar del Plata, el juvenil Favio Segovia está realizando sus primeros trabajos junto al plantel profesional, por lo que verlo "rapado", producto del bautismo realizado por los compañeros, no es extraño.
Nacido el 12 de enero de 1989 en Lomas de Zamora, el juvenil marcador central fue uno de los pilares de la defensa en la obtención del título de la Reserva. Mide 1,89 metros y pesa 81 kilos.
Conocelo en detalle:
-¿Cuáles son tus sensaciones en Mar del Plata?
Estoy disfrutando mucho, se que tengo que aprovechar esta oportunidad porque no se vive todos los días. Espero poder repetir esta experiencia durante varios años.
-¿Qué recuerdos se te vienen a la cabeza?
Me acuerdo que cuando me dijeron que viajaba, recordé enseguida el día en el que fui a probarme al club. Lo recordé como si hubiese sido ayer, pero en realidad ya pasaron ocho años. Uno siempre tiene recuerdo de amigos que fueron quedando en el camino y todos los pensamientos hacen valer más este momento.
-¿Qué características fuiste mejorando a lo largo de los años para llegar al plantel de Primera?
Creo que el esfuerzo es todo, se trabaja más en la concentración y en el hecho de buscar hacer las cosas bien. Además, en mi puesto de defensor es fundamental el orden y el entrenamiento al ciento por ciento.
-Fuiste parte del equipo de Reserva campeón, ¿Cuánto te ayudó eso para crecer?
Fue duro porque es un campeonato de un año entero, pero ayudó bastante al hecho de que el cuerpo técnico de Primera ponga los ojos en mi persona. Raúl Wensel siempre nos dijo que la gente, los dirigentes y los entrenadores miran mucho a la reserva. Por suerte se dio un campeonato y eso me dio un plus para que Falcioni me tuviera en cuenta.
-¿Recibiste algún consejo de Wensel?
Siempre que puedo hablo con él y con Pico Hernández. Pico en cada partido me aconseja antes o después del encuentro y yo mismo le pregunto muchas cosas. Antes de venir a Mar del Plata me habló Wensel y me aconsejó cómo me tengo que entrenar, adaptar y que es una oportunidad que no se da todos los días, y que es el resultado del trabajo de varios años.
-¿Qué palabras podes darles a los chicos de inferiores del club que cada año se ilusionan con llegar a Primera?
Creo que la clave es matarse en cada entrenamiento. Eso lo escuchaba mucho y por ahí uno piensa cómo hacer para lograrlo. El hecho del día a día, de no bajar los brazos, de que todos los días uno termine cansado después de los entrenamientos.
-¿Tenés algún recuerdo puntual de las inferiores que te hizo ver que podías llegar a Primera?
Si, se me vino a la cabeza que en novena era suplente. Me acuerdo que debuté contra Independiente e hice un gol desde mitad de cancha, de tiro libre. Estaba yendo a cabecear y Pico me hizo una seña para que le pegara. Esa cuota de suerte creo que hay que sumarla al esfuerzo diario de cada práctica de las inferiores. A la larga, la oportunidad llega.
-¿Tenés algún referente?
Me gusta ser libre, pero tengo como ídolo a Roberto Ayala. Creo que no es lo mejor imitar, si tengo que dejar una huella busco que sea la mía.