La noche del sábado en el Florencio Sola fue mágica, el estreno de la película El Garrafa provocó muchas emociones, fue un homenaje y un canto al fúlbo, a la pelota y al potrero, al barrio y a los sentimientos más profundos, a la familia, a los amigos y a tantos momentos inolvidables que Garrafa desparramó durante su vida.
El recorrido incluye un por demás interesante análisis del génesis del fúlbo, las tradiciones argentinas y el lugar que ocupó y simboliza Garrafa dentro de este deporte, profesional y lleno de vicios, mañas y negociados, la figura del 10 aparece desestructurada, pasional, desarraigada de tanto profesionalismo en vano que deja de lado lo más importante: al fúlbo y a la niñez.
Es impactante volver a ver a José Luis Sánchez acompañado de sus más sutiles jugadas, de sus grandes e históricos movimientos dentro del campo de juego, el film retrata sus pasos por Laferrere, su campeonato en el Porvenir, su llegada al taladro y su debut en primera división. Un sin fin de anécdotas fluyeron en cada instante logrando derramar algún lagrimón entre los presentes.
La película está llena de sorpresas y guiños sobre la vida del 10, jugando en todo momento con variables en cuanto a su barrio, a las garrafas de su padre y a su estilo de vida.
Sergio Mercurio y todos lo que colaboraron en el proyecto merecen el más profundo agradecimiento, por enaltecer la figura de quién es para muchos el mejor jugador de la historia de Banfield, por un gran trabajo lleno de profesionalismo y criterio, por sus formas de mirar al fúlbo, por querer tanto a Garrafa y regalarnos una noche que quedará en nuestros corazones.
Desde Banfieldlocura! agradecemos a la producción por su amabilidad y por el gran trabajo desarrollado.