DOS AÑOS DE GESTIÓN, DOS AÑOS DE TRABAJO Y PASIÓN:
El 15 de julio de 2012, la actual conducción presidida por Eduardo Spinosa se impuso por amplio margen en las elecciones del Club, históricas por concurrencia, y un día después comenzó formalmente su trabajo en la Institución, ya que de hecho toda la Comisión Directiva venía abordando la grave problemática de Banfield incluso desde semanas antes del acto eleccionario.
Hoy, a dos años de aquel momento, tras 24 meses de gran esfuerzo, dedicación, gestión, profesionalismo y, sobre todo, amor incondicional por Banfield, el balance, tal como expresan Socios e Hinchas, es altamente positivo.
Cuesta, en un ejercicio de retrospectiva, comprender cabalmente cuál era la situación del Club en aquel julio de 2012. Un Banfield acéfalo, en completo default y con su Primer Equipo descendido conformaban un panorama caótico que comprometía la existencia misma del Club.
El pasivo exigible rondaba los 120 millones de pesos, el déficit económico anual se centraba en los 40 millones, los ingresos de TV ya estaban cobrados por años, no había ingresos por estática, se debían millones de pesos en sueldos impagos al plantel y empleados (más de tres meses de atraso) y millones de dólares en pases impagos de jugadores que nos habían conducido al descenso. Todo ese coctel repercutía duramente en el funcionamiento diario del Club (cuyas instalaciones presentaban un abandono total o cuyos Juveniles de la pensión no tenían garantizada ni siquiera la comida) y comprometían el proyecto deportivo, motor clave de la recuperación: las inhibiciones de los jugadores impedían incorporar refuerzos para el urgente armado de un equipo que estaba desmantelado y que debía conformarse contrarreloj mientras los competidores ya estaban de pretemporada hacía más de un mes...
El proceso de reconstrucción fue hora a hora, día a día, transpirando la camiseta en juzgados, oficinas, AFA, Agremiados, Organismos como la AFIP o UTEDyC ... Resolviendo el caos del Banfield del pasado, administrando el Banfield del presente y nunca olvidando en proyectar el Banfield del futuro. Desde ese inicio mismo en el contexto de un Club en llamas, con una impronta innegable: planificar y ejecutar con idoneidad y profesionalismo, llevar adelante un programa de acciones y medidas que tuvieran un correlato desde la recuperación al desarrollo. En aquellos primeros meses, la gestión tomó forma bajo el Plan de Salvataje. Contra muchos que indicaban la retracción y el achicamiento, se apostó por un Banfield de pie, erguido y ambicioso. Se logró reestructurar la deuda y resolver decenas de reclamos judiciales, se ordenó al Club desde la faceta administrativa y legal y se empezó a trabajar muy prolijamente con Direcciones encargadas de áreas específicas. Siempre en un contexto en el que el ingenio y el esfuerzo debían aflorar minuto a minuto para sortear los obstáculos de ese pasado acechante y para resolver las limitaciones económicas que no dejan de pesar... Y todo en un marco de transparencia absoluta (como se demostró, con gran repercusión en la prensa nacional, en el caso del pase de Facundo Ferreyra a Vélez), con documentación e información a disposición del Socio.
En lo deportivo, tras un primer año satisfactorio, en el que aun con los tiempos y la situación institucional en contra se logró finalizar en el cuarto puesto, la segunda temporada, ya generadas las condiciones para el armado a conciencia del Plantel Profesional y con la conducción de un entrenador como Matías Almeyda, de primera línea a nivel nacional, se consiguió un ascenso logrado con holgura y con el plus del título de campeón. Un Plantel que ya presentó un perfil acorde con el Proyecto Deportivo esgrimido por la CD, con figuras del Club que se pudieron retener, contrataciones de futbolistas de primer nivel, el regreso de ídolos maltratados en otras épocas y una amplia participación del Fútbol Juvenil, verdadero futuro del Club.
Tras dos años de gestión, se ve otro Banfield. Un Banfield al que con esmero, dedicación y creatividad se lo puede exhibir orgulloso. Desde un Campo de Deportes hasta un Lencho Sola que relucen cuidados y con constantes mejoras (aún sin poder hacer las inversiones en grandes obras que llegarán cuando la situación económica termine de mejorar)... Desde el desarrollo del Proyecto Futbolístico, la coordinación entre el fútbol profesional y amateur que hace que cada vez surjan más valores de nuestro Semillero... Desde los servicios para el socio: los variados medios de comunicación gratuitos, los beneficios en comercios de la zona, el anhelado y concretado débito automático... Desde la renovada imagen corporativa del Club, que con los valores que transmite se hace cada vez más apetecible para sponsors y anunciantes... Y, fundamentalmente, desde la previsibilidad, de la confianza en una dirigencia que trabaja más silenciosamente que ostentosamente para concretar los anhelos y deseos de Socios e Hinchas del Taladro, que transita ya 24 meses de gestión con sus empleados y futbolistas profesionales al día y que logró que Banfield vuelva a ser respetado y creíble dentro del fútbol argentino.
Con el regreso a Primera División cumplido como paso fundamental hacia el desarrollo del Club, ahora llegan otras etapas, otros planes y otros objetivos que cumplir. El esfuerzo de los dirigentes tuvo un respaldo fundamental en el apoyo de Socios, Hinchas y allegados que aportaron su granito de arena. Así, con esa premisa de unidad, se seguirá trabajando para conseguir lo que esta dirigencia se propuso allá por julio de 2012 cuando todo era caos e incertidumbre: hacer de Banfield uno de los mejores Clubes de la Argentina.