En diálogo con la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión, Spinosa lanzó sus principales propuestas, habló de su "casi nula" relación con Portell y de su vinculo con el empresario y representante uruguayo Francisco "Paco" Casal.
"La elección pasada fue muy buena, pero hoy no nos alcanzaría con ser muy buena. La verdad que hoy lo único que se nos pasa por la cabeza es ganar. Creemos que vamos a ganar estas elecciones, que el socio nos va a dar el respaldo", aseguró.
A continuación, los principales extractos de la charla con Spinosa:
-¿Por qué insiste en meterse en la política del club?
-Me lo pregunto todos los días hace 20 años (risas). Llevo 20 años de militancia banfileña y después de tanto tiempo de luchar por los valores, por las convicciones, vi que el club creció mucho. Pero también sé que falta mucho por hacer y lograr que más gente y más socios participen. Es difícil ir en contra del amor por el club, el amor por la camiseta, hay muchos sinsabores, ingratitud, pero Banfield puede más.
-En lo institucional, ¿cómo ve hoy al club?
-Creo que tuvo un gran crecimiento, algo que nosotros convalidamos, pero no tuvo un desarrollo. Eso se ve. Me toca hablar todos los días con la gente que está manejando los números del club y el déficit operativo es muy grande, está llegando a los nueve o diez millones de dólares por año. No es que hay que pagar menos sueldos o tener menos actividades, hay que planificar, hay que proyectar. Y no lo decimos nosotros, los clubes exitosos lo hicieron y hoy están cosechando los frutos. Estamos en una situación económica financiera preocupante y en una situación política muy preocupante, en la que directamente no hay diálogo. El diálogo político es básico. Es una de las primeras cosas que implementaríamos: el diálogo con todos los sectores del club, sea de la agrupación que sea, que todos vengan y aporten sus ideas y su trabajo para Banfield. No queremos tocar lo que se hizo bien, pero si hacer cosas que se dejaron de hacer. Creemos que los socios que aún no lo entendieron lo van a terminar entendiendo, por eso estamos convencidos que vamos a ganar.
-Ante este escenario, ¿cuántas de sus propuestas son realmente factibles de llevar adelante?
-Si no toca gobernar, hay muy pocas que dependen de la situación económica financiera. Por ejemplo, remodelar el resto del estadio es un sueño y lo propondría cualquiera. Pero no podemos hacerlo sólo cuando hay un sobrante de plata o cuando hay una elección, tenemos que tener un proyecto consensuado con todos los sectores del club. Después la gran mayoría de las propuestas son de aplicación inmediata. Consisten en convicciones y valores y van a aplicarse al día siguiente de las elecciones.
-Es difícil elaborar políticas de largo plazo en apenas tres años de mandato.
-Si son políticas a largo plazo, hay que decidirlas hoy. Si uno quiere tener un estadio de lujo, no podemos decidirlo en 2014. Tenemos que proyectarlo hoy y todas las decisiones que se vayan tomando tienen que ser en vista de ese estadio modelo que queremos. Todo el trabajo vinculado con el fútbol amateur también. Los resultados no se van a ver en forma inmediata, pero tenemos que empezar hoy.
-¿Qué le diría al socio que lo ve con falta de experiencia o sin peso en AFA?
-Yo no puedo convencer al socio de sus temores. Yo sólo les presento las propuestas y después cada uno es grande y elige. Estamos a disposición para que vengan a evacuar sus dudas, sus temores, sus inquietudes. Cada uno sabrá lo que quiere para el club, si se conforma con jugar con Boca dos veces al año me parece lógico que no quieran cambiar. Si tiene una ambición de tener un club participativo, que siga logrando campeonatos, que imitemos a clubes como Estudiantes y Vélez, que no tenga que venir un (Julio) Falcioni a salvarnos cada dos tres años. Ese socio, me imagino, va a apoyar este proyecto. Lo del peso en AFA es muy relativo. Nosotros tenemos una muy buena relación con la Asociación del Fútbol Argentino, hay hinchas caracterizados, como Gabriel Mariotto que apoya la gestión, que tiene una gran relación con el presidente de la entidad, que fue uno de los ideólogos del Fútbol Para Todos. Oxigenar la presencia de Banfield en AFA va a ser algo bueno para el club.
-¿Cómo es su relación con Carlos Portell?
-Es de respeto y lamentablemente hoy casi sin diálogo. No hay discusión política con él. A mí me hubiera encantado durante estos tres años involucrarme en la discusión política del club o haber sido respetado por haber sacado nuestra agrupación el 50 por ciento de los votos, que se nos haya escuchado en diferentes aspectos. Sólo se nos escuchó cuando propusimos a Julio Falcioni como técnico, que no es poco. Pero en el resto de las cosas no tenemos participación. La relación es de respeto, pero no de diálogo fluido como me gustaría. Después de 13 años yo esperaba que Portell fuera el padre de una unidad y está empezando a ser el padre de desunir a Banfield.
-¿Le da temor el estado en el que podría encontrar a Banfield después de las elecciones?
-Por supuesto que me da temor, pero ser dirigente de fútbol no es para temerosos de ningún tipo. Uno no puede tener miedo ni de agresiones físicas personales ni a la campaña sucia. Si tuviéramos un temor que nos haga paralizar directamente nos iríamos a nuestras casas. Sí me preocupa por el club, pero estamos dispuestos a afrontarlo. Sabemos que nos viene algo muy pesado. Nosotros tenemos la convicción de siempre contarle al socio la verdad y creo que ése es uno de los temores que tiene el oficialismo, que cuando nosotros agarremos la conducción del club se destapen un montón de cosas que hoy están cubiertas. No nos van a poder callar. Vamos a ser muy respetuosos, vamos a cuidar siempre la institucionalidad, pero vamos a hacer lo que tengamos que hacer.
-Como presidente del club, ¿se involucraría en lo futbolístico?
-Si, por supuesto. Como presidente me tengo que meter en todas las decisiones, desde la primera a la última. Además, es una de mis pasiones, me crié con una pelota de fútbol, conozco y sé de fútbol. Acá vamos a formar una Subcomisión integrada por dirigentes, pero también por ex jugadores.
-Una de sus propuestas plantea la decisión de dejar de trabajar con intermediarios y representantes a la hora de hacer transacciones. Sin embargo, a usted se lo vincula con el empresario "Paco" Casal.
-Claro que conozco a Paco Casal y a Enzo Francescoli. Es gente que conozco mucho como también al presidente de Uruguay, José Mujica. Pero todo el mundo tiene claro qué queremos nosotros con los representantes. En estos últimos años Banfield fue un festival de intermediarios y representantes... Y ahora me buscan porque yo tengo un representante conocido. Dicen que vamos a hacer ciertas cosas en el club que, justamente, son contra las que nosotros venimos luchando hace años. Casal, (Eduardo) Gamarnik, (Marcelo) Simonian, (Jorge) Cyterszpiler, todos los que están trabajando con Portell, tienen muy claro que nosotros venimos a combatirlos, que venimos de este lado del mostrador. No vamos a dejar que ninguno de ellos tome decisiones por nosotros, tenemos la firme convicción de no trabajar con los intermediarios. Además, mientras esté en la presidencia de Banfield no va a haber ninguna operación con un grupo vinculado a "Paco" Casal. El grupo Casal-Francescoli tiene muy claro quién soy yo, cómo camino y no les interesa en lo más mínimo Banfield. Los conozco por otros avatares de la vida, son gente con la que tengo una muy buena relación. Estoy orgulloso de ser conocido y de ser amigo de ellos.
"La elección pasada fue muy buena, pero hoy no nos alcanzaría con ser muy buena. La verdad que hoy lo único que se nos pasa por la cabeza es ganar. Creemos que vamos a ganar estas elecciones, que el socio nos va a dar el respaldo", aseguró.
A continuación, los principales extractos de la charla con Spinosa:
-¿Por qué insiste en meterse en la política del club?
-Me lo pregunto todos los días hace 20 años (risas). Llevo 20 años de militancia banfileña y después de tanto tiempo de luchar por los valores, por las convicciones, vi que el club creció mucho. Pero también sé que falta mucho por hacer y lograr que más gente y más socios participen. Es difícil ir en contra del amor por el club, el amor por la camiseta, hay muchos sinsabores, ingratitud, pero Banfield puede más.
-En lo institucional, ¿cómo ve hoy al club?
-Creo que tuvo un gran crecimiento, algo que nosotros convalidamos, pero no tuvo un desarrollo. Eso se ve. Me toca hablar todos los días con la gente que está manejando los números del club y el déficit operativo es muy grande, está llegando a los nueve o diez millones de dólares por año. No es que hay que pagar menos sueldos o tener menos actividades, hay que planificar, hay que proyectar. Y no lo decimos nosotros, los clubes exitosos lo hicieron y hoy están cosechando los frutos. Estamos en una situación económica financiera preocupante y en una situación política muy preocupante, en la que directamente no hay diálogo. El diálogo político es básico. Es una de las primeras cosas que implementaríamos: el diálogo con todos los sectores del club, sea de la agrupación que sea, que todos vengan y aporten sus ideas y su trabajo para Banfield. No queremos tocar lo que se hizo bien, pero si hacer cosas que se dejaron de hacer. Creemos que los socios que aún no lo entendieron lo van a terminar entendiendo, por eso estamos convencidos que vamos a ganar.
-Ante este escenario, ¿cuántas de sus propuestas son realmente factibles de llevar adelante?
-Si no toca gobernar, hay muy pocas que dependen de la situación económica financiera. Por ejemplo, remodelar el resto del estadio es un sueño y lo propondría cualquiera. Pero no podemos hacerlo sólo cuando hay un sobrante de plata o cuando hay una elección, tenemos que tener un proyecto consensuado con todos los sectores del club. Después la gran mayoría de las propuestas son de aplicación inmediata. Consisten en convicciones y valores y van a aplicarse al día siguiente de las elecciones.
-Es difícil elaborar políticas de largo plazo en apenas tres años de mandato.
-Si son políticas a largo plazo, hay que decidirlas hoy. Si uno quiere tener un estadio de lujo, no podemos decidirlo en 2014. Tenemos que proyectarlo hoy y todas las decisiones que se vayan tomando tienen que ser en vista de ese estadio modelo que queremos. Todo el trabajo vinculado con el fútbol amateur también. Los resultados no se van a ver en forma inmediata, pero tenemos que empezar hoy.
-¿Qué le diría al socio que lo ve con falta de experiencia o sin peso en AFA?
-Yo no puedo convencer al socio de sus temores. Yo sólo les presento las propuestas y después cada uno es grande y elige. Estamos a disposición para que vengan a evacuar sus dudas, sus temores, sus inquietudes. Cada uno sabrá lo que quiere para el club, si se conforma con jugar con Boca dos veces al año me parece lógico que no quieran cambiar. Si tiene una ambición de tener un club participativo, que siga logrando campeonatos, que imitemos a clubes como Estudiantes y Vélez, que no tenga que venir un (Julio) Falcioni a salvarnos cada dos tres años. Ese socio, me imagino, va a apoyar este proyecto. Lo del peso en AFA es muy relativo. Nosotros tenemos una muy buena relación con la Asociación del Fútbol Argentino, hay hinchas caracterizados, como Gabriel Mariotto que apoya la gestión, que tiene una gran relación con el presidente de la entidad, que fue uno de los ideólogos del Fútbol Para Todos. Oxigenar la presencia de Banfield en AFA va a ser algo bueno para el club.
-¿Cómo es su relación con Carlos Portell?
-Es de respeto y lamentablemente hoy casi sin diálogo. No hay discusión política con él. A mí me hubiera encantado durante estos tres años involucrarme en la discusión política del club o haber sido respetado por haber sacado nuestra agrupación el 50 por ciento de los votos, que se nos haya escuchado en diferentes aspectos. Sólo se nos escuchó cuando propusimos a Julio Falcioni como técnico, que no es poco. Pero en el resto de las cosas no tenemos participación. La relación es de respeto, pero no de diálogo fluido como me gustaría. Después de 13 años yo esperaba que Portell fuera el padre de una unidad y está empezando a ser el padre de desunir a Banfield.
-¿Le da temor el estado en el que podría encontrar a Banfield después de las elecciones?
-Por supuesto que me da temor, pero ser dirigente de fútbol no es para temerosos de ningún tipo. Uno no puede tener miedo ni de agresiones físicas personales ni a la campaña sucia. Si tuviéramos un temor que nos haga paralizar directamente nos iríamos a nuestras casas. Sí me preocupa por el club, pero estamos dispuestos a afrontarlo. Sabemos que nos viene algo muy pesado. Nosotros tenemos la convicción de siempre contarle al socio la verdad y creo que ése es uno de los temores que tiene el oficialismo, que cuando nosotros agarremos la conducción del club se destapen un montón de cosas que hoy están cubiertas. No nos van a poder callar. Vamos a ser muy respetuosos, vamos a cuidar siempre la institucionalidad, pero vamos a hacer lo que tengamos que hacer.
-Como presidente del club, ¿se involucraría en lo futbolístico?
-Si, por supuesto. Como presidente me tengo que meter en todas las decisiones, desde la primera a la última. Además, es una de mis pasiones, me crié con una pelota de fútbol, conozco y sé de fútbol. Acá vamos a formar una Subcomisión integrada por dirigentes, pero también por ex jugadores.
-Una de sus propuestas plantea la decisión de dejar de trabajar con intermediarios y representantes a la hora de hacer transacciones. Sin embargo, a usted se lo vincula con el empresario "Paco" Casal.
-Claro que conozco a Paco Casal y a Enzo Francescoli. Es gente que conozco mucho como también al presidente de Uruguay, José Mujica. Pero todo el mundo tiene claro qué queremos nosotros con los representantes. En estos últimos años Banfield fue un festival de intermediarios y representantes... Y ahora me buscan porque yo tengo un representante conocido. Dicen que vamos a hacer ciertas cosas en el club que, justamente, son contra las que nosotros venimos luchando hace años. Casal, (Eduardo) Gamarnik, (Marcelo) Simonian, (Jorge) Cyterszpiler, todos los que están trabajando con Portell, tienen muy claro que nosotros venimos a combatirlos, que venimos de este lado del mostrador. No vamos a dejar que ninguno de ellos tome decisiones por nosotros, tenemos la firme convicción de no trabajar con los intermediarios. Además, mientras esté en la presidencia de Banfield no va a haber ninguna operación con un grupo vinculado a "Paco" Casal. El grupo Casal-Francescoli tiene muy claro quién soy yo, cómo camino y no les interesa en lo más mínimo Banfield. Los conozco por otros avatares de la vida, son gente con la que tengo una muy buena relación. Estoy orgulloso de ser conocido y de ser amigo de ellos.