Por Carlos Carpaneto.- Díario Olé. El club de barrio más llorón del mundo la hizo bien. Lloró y lloró en la semana para condicionar y lo logró: Jugadores Mercenarios 1 - Banfield 0, con dos rojas y un penal no cobrado para el Taladro. Se nota el divorcio con la gente expresada en aquella bandera: en otras ediciones del Clásico del Sur en la Cubetera, se vio mucha más gente local que ayer. Lógico, el que no es hincha y recibe entradas en la calle, no va si llueve, por eso tanto hueco... Regalaron entradas los pingüinos y se regalaron este clásico para quedar ahí, a 10 partidos de Banfield en el historial... Mientras tanto, fiel a su coherencia, festejan alocados un triunfo... ¿Cómo era que decían? Ah, sí, a lo "anti-fútbol". Jugando de contra, haciendo tiempo y con Marchesín como figura. Esta vez, para los que venían por estas semanas coleccionando fracasos (dixit de "La Revistita de Lanús", número 195) no habló Cogote Acosta reclamándoles a los suyos "que sean más agradecidos", sino dos grandes referentes del balompié como el Pulpito González y el Marciano Ortiz... En fin... Hoy juegan acá, quizás algún día integren el equipo de notables que forman Pontirolli, Flores, Mannara, Kmet, Pipo Gorosito y el bueno de Ramacciotti.
Mientras, esperamos que llegue el gol. Respetamos a los hinchas amigos que reclaman por los 6 puntos de 21, pero también exigimos respeto para pensar que el equipo muestra mucho más de lo que debe... Lindo partido el del domingo para torcer esta racha. Será en el Lencho, donde nunca encontrarán banderas acusatorias, gente desagradecida ni abandonadores compulsivos.
