Juanito Cazares y Jonathan Requena jugaron un gran partido, ambos se pusieron el equipo al hombro y fueron claves para generar lo mejor de Banfield, con al pelota al piso y gambeteando rivales para adelante fueron la manija del equipo de Almeyda.
Requena, de 17 años, abrió la defensa cuando eludió a 2 rivales y tocó rápido para Noir, que cayó derribado en el área generando el penal para Banfield. 7 minutos más tarde, fue el artífice del segundo gol cuando entendió a Salcedo y lo habilitó con una gran asistencia para
que el delantero termine la jugada con una excelente definición. El pibe, que jugó sólo 33 minutos, hizo de todo, inclusive cargo a los rivales quienes lo quisieron ajusticiar, algo que debe corregir por su bien y por su futuro hacia el profesionalismo.
Por su parte Juanito jugó todo el partido y fue la manija constante, movedizo, de una gran técnica, el ecuatoriano busca generar espacios, tiene buena pegada y resistencia física, estuvo cerca del gol y tuvo muchas buenas intervenciones, con 21 años tiene el lugar para demostrar todo lo que sabe, y debe aprovechar la oportunidad para consolidarse como titular en la primera de un equipo, posición que no pudo lograr en River, ni en el Barcelona de Ecuador.
Cuando ingresó Requena y se juntó con
Cazares, la sociedad funcionó muy bien, ya lo habían demostrado en Casanova en la primera fecha, se entienden, hacen jugar a los demás y si los otros son Bertolo, Toledo, Tagliafico y los puntas, se arma buen combo que puede taladrar a cualquiera.
El hincha de Banfield los reconoció con sus aplausos, en especial a Requena, que es más jóven y es un pibe de de la casa, corearon por primera vez su nombre desde la Mouriño.