El triunfo tiene un sabor muy especial para todos, después de tantos momentos dolorosos que debimos sufrir, llegó el desahogo, el taladro nos devolvió la sonrisa faltando 2 minutos para el final, atrás está quedando el descenso, la acefalía y la vergüenza que debimos padecer durante este último año.
Bienvenida la alegría, nuestros cuerpos volvieron a sentir esa incomprensible sensación de orgullo que sólo nos puede brindar la victoria de nuestros colores. Esos momentos únicos del fútbol.
Hasta el momento el equipo de Garnero jugó 3 duras paradas y en todas generó más que el rival, nos deja la sensación de que se está armando algo bien llevado a la práctica, la expectativa crece. La idea de volver en sólo una temporada es un deseo muy fuerte, puede ir creciendo fecha a fecha, se va contagiando de a poco.
A festejar, los hinchas de Banfield hoy vivimos un día especial, volvió el triunfo, volvió el taladro, volvimos a ser felices juntos en nuestro estadio después de mucho tiempo.