La gente del taladro llegó caminando masivamente sin que los míseros puntos que acarrea este equipo horrible le opaquen la fiesta, sabiendo que la derrota sería el resultado lógico.
Haciendo previamente su propio banderazo, el hincha del taladro infló el pecho y salió en caravana rumbo a Lanushh, con las mismas ganas de siempre y con una sensación de grandeza superadora.
Había que poner el pecho y sentir con orgullo los colores, ni las gastadas ni la realidad adversa pudieron con el sentimiento, la demostración de amor hacia la camiseta volvió a hacer de la tribuna una gran fiesta.
La gente puso lo que hay que poner, alentó y le dio todo el colorido al clásico, como es su costumbre.
Sobre el cierre y con la derrota consumada, continuó alentando, por nosotros, por el orgullo, por lo colores y por la vergüenza que nos presenta está realidad que nos cachetea.
Ahora se viene Estudiante en el Lencho, el sábado por la tarde en horario a confirmar.
Las imágenes: http://www.banfieldlocura.com.ar/component/morfeoshow/view/80