De esta forma, la AFA quedó dentro de un nuevo papelón organizativo, que surgió a partir del paro que las centrales obreras opositoras al Gobierno programaron para el próximo jueves.
Es que al suspenderse definitivamente los tres encuentros de la cuarta fecha del torneo Transición previstos para el jueves (Banfield-Tigre, Vélez-Lanús y Quilmes-San Lorenzo), Boca y River se "enojaron" porque los de Liniers y el "Ciclón" iban a tener "ventaja deportiva" para su choque del próximo fin de semana, por tener más descanso.
Así que, después de una reunión de urgencia en Casa de Gobierno, y pese a que el jefe de Gobierno Jorge Capitanich había garantizado la seguridad y la transmisión de esos partidos, tanto Estudiantes-Boca, como River-Defensa y Justicia, fueron postergados sin fecha de disputa.
Según un comunicado oficial publicado por la AFA, estos dos últimos casos serán "para sostener la igualdad en las condiciones de competitividad habida cuenta de los compromisos inmediatos que deberán afrontar los cuatro equipos con otros rivales".
Y completó: "Es necesario dejar claramente establecido que la programación fue anterior al anuncio del paro y que, por lo tanto, el fixture es ajeno a la obligada postergación".
Fuente: Diario Uno