Dario Olé.- Cvitanich no olvida su pasado y, como hincha del Taladro, pide para hoy gratitud hacia Falcioni, Erviti y Silva: "Ellos nos sacaron campeones".
Banfield - Boca. Un choque que antes del inicio del torneo se perdía dentro del montón, sin llamar la atención. Lejos de lo que sucede ahora, cuando las propias historias de los protagonistas cargan de condimentos picantes el partido. Dejando de lado la situación de ambos clubes, con uno a un paso de la gloria y el otro acechado por la oscuridad del descenso, la conexión Taladro de varias figuras con peso propio en la intimidad xeneize le da otro valor al partido de hoy a las 14. A tener en cuenta: Falcioni, Sanginetti, Erviti, Silva y Cvitanich han dejado una huella en la historia grande del club del Sur. Pero a pesar de que todos, en mayor o en menor medida, contribuyeron en los mejores años de su historia, los primeros tres nombres también se relacionan con despedidas con un sabor agridulce. Tal vez, desde ahí se entienda que el mejor recibido por los hinchas del Taladro sea el único que no ha salido campeón en el club...
"Soy agradecido a esa institución porque me dio de comer por mucho tiempo y mi cariño va más allá de un partido de fútbol. Después del Banfield campeón, que tuvo su punto máximo, nunca se llegó a armar un equipo y se trajeron muchos jugadores. Cuesta creer que no se pueda jugar de noche por el tema de las luces, en tres años parece que se vino abajo de golpe...", contó Cvita, sin poder ocultar cierta tristeza, en TyC Sports. Y horas después de las fuertes declaraciones del presidente Portell ("Falcioni y Erviti tienen que ver con que estemos en esta situación. Julio tenía la cabeza mas puesta en Boca que en Banfield"), el punta no esquivó el bulto y aportó palabras conciliadoras al asunto: "Sorprendió lo que dijo el presidente. Como hincha de Banfield, estoy agradecido porque nos sacaron campeones, ellos tendrán que resolver sus problemas".
Su salida del club, a diferencia de los otros casos, fue con todas las luces: tras cinco años en la Primera, se despidió siendo goleador del Clausura 08 con 13 tantos. Su cariño por los colores, incluso, se vio reflejado en el partido que Boca se consagró campeón en el Apertura 2011, cuando metió los dos tantos que posibilitaron dar la vuelta y sólo festejó para adentro, con la mirada al suelo. Ni el delirio de la Bombonera ni la locura de sus compañeros pudieron conmoverlo. Detalles que, claro, se valoran. Y a pesar de que Banfield esté en un tobogán, no se olvidan.
