"Después del partido de Vélez, de jugar tres partidos con nueve goles en contra y cero gol a favor, el entrenador nos vio muy mal en el vestuario a todos. Nos llamó aparte a mi, a Alayes y a Quinteros y nos dijo que no iba a seguir, que no le podía encontrar la vuelta. Nosotros intentamos convencerlo y le dijimos que queríamos que se quede", contó el arquero.
Luego, fue muy claro: "La decisión la tenía tomada desde la semana pasada. Ahora nos dijo que iba a Peñarol, pero me parece que la decisión estaba tomada desde la semana pasada".
Más tarde charló con Mariano Closs sobre su continuidad en el taladro "Es difícil que me quede acá porque estamos en marzo, quedan dos o tres meses para que se termine mi contrato y todavía no hablé con nadie. Seguramente, quedaré libre, buscaré otras propuestas".