Ricardo La Volpe dio su diagnóstico de la situación de Banfield, cuestionó el tipo de fútbol que se desarrolla en Argentina y dejó en claro que los jugadores siempre tienen que adaptarse a las decisiones tácticas del técnico.
"Era predecible que esto iba a estar difícil. Pero hay muy buenos jugadores y hay que juntarlos. Quiero implantar mi idea e insistir con que me gusta el fútbol bien elaborado. Tratar de salir jugando, pero no de manera sistemática porque el rival también juega. La intención es tratar bien la pelota. Banfield será un equipo competitivo y protagonista, con una idea clara de juego".
"Para lo que pretendo, estamos en un 50 por ciento. El equipo entendió que se puede tratar bien la pelota. La parte para mejorar son los últimos 25 metros, ya que no tenemos un jugador desequilibrante y debemos basarnos en el trabajo colectivo. Eso es lo más difícil. Es más fácil romper y armarte bien atrás, pero después tenemos que ganar con goles".
"A mí me gusta el fútbol de antes. Hoy todo es Riquelme y parece que no hay sucesores. Estamos fallando en la generación de jugadores. Apostamos al grandote para el pelotazo y nos olvidaremos de los Riquelme, de los Rojitas, de los Brindisis, de los Alonsos. No me gusta este fútbol con miedo",
"El jugador se tiene que adaptar al jefe, como pasa en todos los aspectos de la vida. Si no quiere hacer determinada tarea, le diría búscate otro equipo, papá. A esta altura de mi vida, no voy a cambiar las ideas. Con el orden y la disciplina táctica se hacen los grandes equipos".
"Era predecible que esto iba a estar difícil. Pero hay muy buenos jugadores y hay que juntarlos. Quiero implantar mi idea e insistir con que me gusta el fútbol bien elaborado. Tratar de salir jugando, pero no de manera sistemática porque el rival también juega. La intención es tratar bien la pelota. Banfield será un equipo competitivo y protagonista, con una idea clara de juego".
"Para lo que pretendo, estamos en un 50 por ciento. El equipo entendió que se puede tratar bien la pelota. La parte para mejorar son los últimos 25 metros, ya que no tenemos un jugador desequilibrante y debemos basarnos en el trabajo colectivo. Eso es lo más difícil. Es más fácil romper y armarte bien atrás, pero después tenemos que ganar con goles".
"A mí me gusta el fútbol de antes. Hoy todo es Riquelme y parece que no hay sucesores. Estamos fallando en la generación de jugadores. Apostamos al grandote para el pelotazo y nos olvidaremos de los Riquelme, de los Rojitas, de los Brindisis, de los Alonsos. No me gusta este fútbol con miedo",
"El jugador se tiene que adaptar al jefe, como pasa en todos los aspectos de la vida. Si no quiere hacer determinada tarea, le diría búscate otro equipo, papá. A esta altura de mi vida, no voy a cambiar las ideas. Con el orden y la disciplina táctica se hacen los grandes equipos".