Saquen sus propias conclusiones:
El presidente de Banfield, Carlos Portell, afirmó que el ex delantero del "Taladro" "Santiago Silva mostró su hilacha" al pasar intempestivamente de Vélez Sarsfield a Fiorentina, "en una actitud tan poco clara como la que tuvo cuando pasó" de su club al de Liniers.
"Hasta gente opositora a mí confesó que Silva mostró su hilacha con esta acción de irse de Vélez. Es una prueba de la forma de actuar que tienen tanto él como su representante, Pablo Betancourt, que a nosotros nos hizo algo parecido después de salir campeones", le confió Portell al programa radial Deportivo Télam.
"El día de la fiesta por el título (Banfield fue campeón del Apertura el 13 de diciembre de 2009) los socios le preguntaban a Silva por qué iba a regresar a Vélez, y él les hacía seña con las dos manos de que nosotros no le queríamos arreglar el contrato, algo absolutamente falso", remarcó.
Portell recordó que al momento de concretar la compra definitiva de Silva, por el que tenían que abonarle a Vélez 1.450.000 dólares, nunca pudieron arreglar el contrato con el jugador "porque Betancourt siempre cambiaba las condiciones del convenio".
"Y cuando lo llamaba a Silva a Montevideo, nunca me atendió durante un mes entero, hasta que expiró el plazo acordado con Vélez y terminó volviendo a Liniers. Ahora tuvo la misma actitud con ellos", apreció.
"Todo esto de la cláusula de rescisión arrancó en Argentina en 2006, porque antes los jugadores estaban dos años con el 20 por ciento automático de aumento antes de quedar libres. Aunque en realidad esa medida la impulsó en Sudamérica el empresario uruguayo Francisco `Paco` Casal en 2001, cuando le sacó cuatro jugadores a Peñarol y lo dejó tecleando", remató Portell.