El director técnico del taladro tiene una parada complicada: reemplazar al emperador, armar un equipo competitivo sin la llegada de refuerzos (salvo Achucarro), y con el peso del frustrado pase de Erviti que conmocionó a todo el mundo Banfield.El tema de Erviti preocupa al gallego, pero no por su posible salida de Banfield, sino por el alboroto que gira a su alrededor, "Es complicado sobrellevar una pretemporada con calma si de lo único que se habla es de los problemas por un pase. Es necesario que se clarifique el asunto así todo el plantel despeja la cabeza y piensa sólo en fútbol. Es evidente que las presiones golpean fuerte al grupo. Si el deseo de un jugador es irse, no queda otra que aceptar esa realidad porque después puede ser peor para todos".
Luego sostuvo, "En mi equipo están los que demuestran interés por vestir la camiseta y tiran para delante con la intención de dar lo mejor", remarcó. Y agregó: "Soy consciente de que la juventud me juega en contra, pero tampoco hay que suponer que me tiembla el pulso para manejar un plantel".
Con respecto a lo ocurrido el martes ante Estudiante de B.A aclaró, "son cosas de la pretemporada, se juntan muchas cosas, cansancio y desgaste, aunque no deberían suceder porque se pierde un día más allá de que luego hayamos hecho un entrenamiento de fútbol. Hay que entender la situación pero también charlarlo para que no pase más" concluyó
