Sardella: “el apellido igual está manchado…”
La alarma sonó el 6 de mayo: luego del partido ante Inter (Banfield cayó 2-0) por los octavos de final de la Libertadores, la Conmebol detectó sustancias prohibidas en los controles antidóping de Federico Sardella y Walter Erviti. A partir de allí, ambos quedaron expuestos con una carga difícil de soportar. El lunes, sin embargo, la CSF falló a favor de los futbolistas: les aplicó sólo una amonestación, pero quedaron libres de culpabilidad y aptos para jugar. De todos modos, a Sardella le sigue doliendo: "Mi familia, mis amigos y yo siempre estuvimos tranquilos porque nunca tomé nada para beneficio deportivo. Está bueno que ahora salga a la luz para los que no me conocen. El apellido igual está manchado...".
Fefi, quien tiene 22 partidos en Banfield (no marcó y su promedio Olé es de 5,34), sabe que el temblor es historia, pese a que no se olvida de lo sucedido y apunta con el dedo: "Fue un garrón, más que nada por la familia. En mi mente nunca estuvo una posible sanción, siempre confié en que iba a salir bien. Me molesta que se haya tratado mal el tema: hay periodistas que informan bien y otros que lo hacen con ganas de lastimar".
El volante, cuestionado en su momento con Erviti (ayer optó por no declarar) por el supuesto dóping, aunque ahora siente que el fútbol le da revancha con la posibilidad de ser titular debido a la lesión de Rosada: "Siempre que juegue de arranque o sólo 20 minutos, voy a tratar de responder. ¿Si Quilmes es un clásico? Ellos lo toman así. Ojalá ganemos por la gente, aunque nos vendría muy bien a nosotros".