Habrá que analizar: ¿qué es lo que sucede?, si hubo acuerdos de palabra, anuncios o contratos establecidos al parecer no se respetan. Tal es el caso de Battión, que hoy firmaría para Independiente dejando atrás la propuesta que habría aceptado de parte del nuestro club, en Banfield aseguran que durante la pretemporada en Mar del Plata, se cerraron los números de la compra del 50% del pase y tres años de contrato. Battión no firmó y enojado, por que no estaba el dinero, se fue corriendo a Avellaneda. El rumor sobre su destino en Independiente circulaba desde la semana pasada, o no se tuvo en cuenta, o hubo exceso de confianza...
Como ya ocurrió con Víctor López, que era seducido por varios clubes y hasta se habló de que recurriría a agremiados si no se le daba libertad de pase, hoy ocurre lo mismo con Walter Erviti, suena su nombre en River, al parecer se quiere ir y se está esforzando para que Banfield lo transfiera. El tema recién empieza y habrá novedades, seguramente Banfield cotizará al jugador entre 4 y 5 millones de dólares y se esperará la contraoferta. Si bien López ya renovó el vínculo, hubo que aumentar un 20% su sueldo, se verá que ocurre con Erviti que tiene contrato por un año más. Distinto es el caso de Battión que no tiene condición contractual con la institución. Lo que sorprende es que clubes como River o Independiente, que aparentemente están fundidos, pagen el doble de lo que ofrece nuestro club.
Seguramente hay responsables, hablaremos, discutiremos, nos pelearemos y cada uno tendrá su opinión, pero a Banfield le cuesta retener a sus ídolos, no es tema nuevo y ahora se viene con más fuerza la crítica, de todos modos esperemos que no pase a mayores y sólo hablemos de rumores.
Este es el fútbol de hoy, de millones y millones de dólares, seguramente quién lea este editorial la pelee todos los días para llegar a fin de mes, o quizá tenga un buen empleo, pero seguramente no pueda acceder a millones como los que el fútbol genera en los jugadores, terminará de leer y masticará bronca, la bronca de la pasión por Banfield y la imposibilidad de entender desde el sentimiento lo que está ocurriendo.