En la semana se publicó en el diario Popular una entrevista a Federico Sarobe, juvenil del taladro que debutó en primera en el pasado 2011 y que presenta un gran futuro. La compartimos y le deseamos que tenga el mejor año con la verde y blanca.
La entrevista:La camiseta 40 no se regala. Es un tesoro muy bien guardado por parte de Federico Sarobe, juvenil del Club Atlético Banfield. Fede terminó el 2011 de la mejor manera: debutando en la Primera del club donde viene haciendo toda su carrera, desde infantiles, y nos contó sus sensaciones después de aquella tarde inolvidable frente a Patronato de Paraná, después cuando fue "jugador número 19" frente a Boca, y finalmente en el banco, en la última fecha frente a Colón.
"Si, la verdad es que estoy muy feliz, y aún no caigo del todo que ya toqué la Primera, pero venía jugando en Reserva hacía varios partidos, por lo que estaba listo para pegar el salto si era necesario".
Este marcador central, adaptado a jugar de "3" o carrilero si es necesario (mismo año de nacimiento que el ya afirmado Nicolás Tagliafico, 1992), hizo sus primeras armas bajo la conducción de Ricardo La Volpe, pero ahora el "Loco" ya no está y la llegada de Jorge Da Silva abre un interrogante, no sólo para Sarobe, sino para otros juveniles con poco rodaje en el plantel superior. Ante esto, el pibe dice: "Yo sólo se que hay que trabajar, muy duro día a día, para que el técnico que sea nos mire y nos tenga en cuenta. El fútbol es sacrificio puro y eso no me asusta, al contrario. Hay que aprovechar las oportunidades que se presenten. Ser paciente, no apresurarme y así se van a poder lograr los objetivos que me proponga".
La voz de la experienciaSobre cómo fue recibido por los grandes, comentó: "Muy bien, son muchachos que tienen una gran experiencia y saben como hablarnos a los más jóvenes, y es un grupo muy unido y con buena gente".
Como todo chico que debuta, tiene agradecimientos para hacer, y Federico Sarobe no escapó a esta regla: "Al Club Olimpia de Lomas de Zamora, donde hice el Baby, a mis técnicos de inferiores y especialmente el primero, Carlos Larocca, aunque después cada uno me dejó cosas muy importantes, y fundamentalmente a mi familia, mis viejos y mis hermanos (dos mujeres y otro varón), que siempre me ayudaron y dieron todo para que yo pudiera jugar al fútbol. Es fundamental el aporte de cada uno para el crecimiento".
Al final, los augurios para el año que se inicia: "Seguir entrenando fuerte, y aprendiendo todo lo que pueda, es la única manera de seguir progresando en esta carrera".