Más de trescientos socios de Banfield disfrutaron de una jornada a puro fútbol en el campo de juego del Florencio Sola, tras una iniciativa de la Subcomisión de Socios del club.
Bien temprano por la mañana, incluso un rato antes de la hora de comienzo, el movimiento sobre la calle Arenales hacía prever que la concurrencia iba a ser masiva, desafiando afortunadamente el mal clima de los últimos días.
Todos con sus distintas camisetas, nadie quería perderse estar un rato dentro del campo de juego, con sus amigos, hijos e incluso nietos.
Hubo partidos para todos los gustos. Los más grandes, los más chiquitos y los adolescentes tuvieron sus momentos para disfrutar del campo de juego en una jornada muy prolija organizada por la Subcomisión de Socios.
"La verdad que ahora que juego acá no sé si me va a dar la cara para putear a los jugadores, me di cuenta que soy malísimo", blanquea entre risas Agustín. "Cumplí un sueño, no lo puedo creer", resume por su parte Mauricio, de 40 años.
No faltaron quienes se acercaron con sus banderas y las colgaron del alambrado como si fuese un partido de la Primera, y la diversión de los partidos se complementó con una interesante choripaneada que tuvo lugar en la tribuna.
El valor de inscripción para la jornada fue juguetes en buen estado, a fin de ser donados a instituciones benéficas.