La retención de tareas se llevaba a cabo desde el martes en el predio de Luis Guillón por la falta de pago de los últimos dos períodos.
Portell, junto al secretario general del club, Martín Viñuales, acordó con Maschalari que los trabajadores cobrarán la próxima semana el 60 por ciento del sueldo correspondiente a febrero.
Y la siguiente percibirían el resto, mientras que los haberes de marzo serán abonados en cuatro cuotas semanales.
El paro de los empleados del club generó complicaciones en las actividades del fútbol juvenil durante el transcurso de la semana, pues algunos dirigentes debieron suplir la tarea de los utileros en los entrenamientos.
Otro inconveniente se generó con la alimentación de los jugadores amateurs oriundos del interior que se hospedan en la pensión del predio porque el concesionario del comedor dejó de prestar servicio por falta de pago, lo que produjo mucha preocupación entre los padres de los jóvenes.
Además, al club le surgió otro problema económico con las refacciones en el estadio tras el temporal de la semana anterior, que derribó dos torres de iluminación, carteles de publicidad y mampostería de tribunas y plateas.
Por esa razón, Banfield tendrá que jugar los próximos partidos de local en horario diurno, como sucedió con Unión de Santa Fe, la fecha pasada.