En una ceremonia realizada en las instalaciones donde funcionará el establecimiento educativo (en el estadio Florencio Sola), grande fue la emoción de todos al ver que la idea toma forma y se hace realidad.
Acompañado por los vicepresidentes Néstor Villar y Gastón Lassalle, el presidente Carlos Portell habló ante los socios y se mostró: "Orgulloso y contento por lograr un objetivo de la gestión, así como hoy en día hay más de dos mil padres de deportistas que confían en el club para que sus hijos hagan actividades, entre 300 y 500 podrán tener a sus pequeños en el jardín de infantes o en el colegio primario".
Además, siguiendo con la serie de recordatorios, se enterró una urna que con un billete, una moneda, un estatuto del club, los planos del colegio, una edición del diario La Unión en representación de los medios de la zona, y un ladrillo, como se acostumbra en este tipo de tradiciones. El cofre fue enterrado en el lugar donde estará el mástil.